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Después de un día de trabajo intenso, lo mejor es llegar a casa y darle una santa cogida a tu hembra, pero cuando no hay nadie en casa esperándote, que pasa?. Por esa razón, decidí empezar a hablarle a la novia de mi sobrino, pues a lo lejos se ve que es bien puta, y que mejor para disfrutarla que yo. Ya quería reventarle la cereza al pastel, fue por eso que le llame y la invite a mi departamento, más tardamos hablando y acordando que iba a pasar entre nosotros, que en lo que llego a mi casa, me di un festín con su culito de colegiala.